La Cantera de MAGNA en Zilbeti
Estimado Director:
No resido en Navarra, vivo en Vitoria, pero quiero profundamente a esa tierra que tanto respeto y que visito con mucha frecuencia. Es más, me enorgullezco de conocerla bien incluyendo sus rincones más modestos.
Entre los parajes navarros que me inclinan más hacia la paz interior y el sano disfrute del medio natural no puedo dejar de citar a Zilbeti, pequeña localidad pirenaica del Valle de Erro, que ha sabido conservar su identidad pese a los avatares propios de nuestra época y se ha esforzado en mantener todos los valores culturales y paisajísticos en perfecta comunión con su entorno.
Sin embargo, señor Director, si visita ahora esta población verá sus balcones engalanados con una petición angustiosa: “No a la cantera” y es que todo lo que se ha sabido conservar hasta ahora se puede perder por la defensa de intereses mucho menos válidos que los que siempre han definido a la Navarra que tanto quiero.
Pero lo que más me llama la atención y me produce desazón es el silencio cómplice de medios de comunicación y de las Instituciones cuyos gestores han sido elegidos justamente para que defiendan los auténticos intereses navarros y que permitan disfrutar de esta tierra a las generaciones que nos hereden.
Aprovecho la oportunidad para enviarle mis respetos más sinceros.
Ivonne Iglesias M.
Estimado Director:
No resido en Navarra, vivo en Vitoria, pero quiero profundamente a esa tierra que tanto respeto y que visito con mucha frecuencia. Es más, me enorgullezco de conocerla bien incluyendo sus rincones más modestos.
Entre los parajes navarros que me inclinan más hacia la paz interior y el sano disfrute del medio natural no puedo dejar de citar a Zilbeti, pequeña localidad pirenaica del Valle de Erro, que ha sabido conservar su identidad pese a los avatares propios de nuestra época y se ha esforzado en mantener todos los valores culturales y paisajísticos en perfecta comunión con su entorno.
Sin embargo, señor Director, si visita ahora esta población verá sus balcones engalanados con una petición angustiosa: “No a la cantera” y es que todo lo que se ha sabido conservar hasta ahora se puede perder por la defensa de intereses mucho menos válidos que los que siempre han definido a la Navarra que tanto quiero.
Pero lo que más me llama la atención y me produce desazón es el silencio cómplice de medios de comunicación y de las Instituciones cuyos gestores han sido elegidos justamente para que defiendan los auténticos intereses navarros y que permitan disfrutar de esta tierra a las generaciones que nos hereden.
Aprovecho la oportunidad para enviarle mis respetos más sinceros.
Ivonne Iglesias M.
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